By Staff Reporter (staff@latinospost.com) | First Posted: Dec 11, 2014 01:27 AM EST

La Agencia Central de Investigaciones (CIA, por sus siglas en inglés) realizó prácticas de tortura a detenidos por terrorismo durante la administración del presidente George W. Bush, reveló este martes un informe difundido este martes por el Senado de los Estados Unidos.

El informe de 480 páginas evidencia que estos duros interrogatorios rara vez funcionaron y en la mayoría de los casos se registraron fuertes violaciones a los derechos humanos, durante las medidas que se tomaron tras los atentados del 9/11 y la posterior "guerra contra el terrorismo".

El documento dado a conocer este martes informa que durante los interrogatorios a sospechosos de pertenecer a la organización terrorista Al Qaeda, al menos un detenido quedó inconsciente luego de que se le aplicara la técnica de ahogamiento simulado, conocida como "waterboarding", la cual consiste en arrojar agua sobre la cara de los detenidos de tal manera que éstos regurgiten el líquido, según rescata la revista Time.

Otro detenido murió a causa de la exposición al frío extremo, cuando fue encadenado al suelo en lo que observadores internacionales más tarde describieron como un calabozo, mientras que las lesiones de otros detenidos jamás fueron atendidas durante los interrogatorios extremos.

El medio citado destacó qué el informe describe efectos psicológicos en los sospechosos que incluyen paranoia, alucinaciones, autolesiones, y automutilación, como resultado de los castigos a los que eran sometidos.

El informe destaca que el entonces presidente Bush fue uno de los impulsores del programa Técnicas de Interrogatorio Reforzadas (Enchanced Interrogation Techniques), sistema que incluía brutales métodos que han sido calificados como tortura, destaca la agencia Reuters.

Tras darse a conocer los impactantes detalles de este informe, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama condenó estas prácticas, y aseguró que no ayudaron "a los esfuerzos contra el terrorismo".

Según destaca The Guardian, el mandatario consideró que el informe revelado por el Senado "documenta un programa preocupante", que habría funcionado entre 2001 y 2009, y aseguró que el mismo debe contribuir a "dejar esas prácticas donde pertenecen, en el pasado".