Los familiares de las 231 víctimas que perdieron la vida en el incendio registrado el pasado domingo en una discoteca de Santa María, al sur de Brasil, exigieron a las autoridades investigar y castigar a los responsables de la tragedia que mantiene en luto a la nación entera.
Durante la ceremonia luctuosa realizada en el gimnasio municipal de Santa María, familiares de las víctimas, expresaron su desconfianza en la capacidad del ayuntamiento para evitar la realización de eventos masivos en lugares diseñados para menor capacidad.
Las primeras investigaciones señalan que la mayoría de los jóvenes fallecieron por asfixia causada por el humo tóxico que inundó rápidamente la discoteca después de que alrededor de las 02:30 hrs., del domingo uno de los integrantes de la banda de rock que amenizaba el evento disparara una bengala, violando los lineamientos de seguridad.
En entrevista con la agencia de noticias Reuters, la fiscal estatal, Valeska Agostini, señaló que dos de los integrantes del grupo musical están siendo interrogados por la policía, sin que se cuente aún con orden de aprehensión en su contra.
En declaraciones previas, el guitarrista del grupo, Rodrigo Lemos Martins, de 32 años, quien lamentó la tragedia y también el fallecimiento de su compañero, Danilo Jaques, acordeonista de la banda, aseguró que el grupo no fue responsable del incendio, adjudicando la tragedia a un posible corto circuito.
Hasta el momento 80 jóvenes se encuentran hospitalizados, 30 de los cuales se reportan en estado de gravedad.
La presidente Dilma Rousseff, quien regresó de urgencia a Brasil cancelando su participación en la Cumbre de líderes Latinoamericanos en Chile, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas, reiterando el total apoyo del gobierno brasileño y comprometiéndose a agilizar las investigaciones del caso.